06 septiembre 2010

Para Sofi

Erase una vez una hermosa princesa que vivia en la torre mas alta del castillo de una tierra lejana... Bueno en realidad no era una tierra lejana, era un campus universitario, y no era un castillo era una casa, y no era una torre, sino un cuarto pequeño con una pequeña cocina con un balcón estrecho que daba a un patio, debajo del garage. Pero tenia su encanto, habia una gran columna al fondo del garage, y en ella un puerta secreta que llevaba a una escalera de caracol por la que se llegaba al estrecho balcón. Y el cuarto pintado con flores y muchos colores, lleno de cosas de princesas.
Pero eso si, como buena princesa moderna, era hermosa, alta, con un largo y hermoso cabello castaño, y grandes ojos cafés y una sonrisa muy agradable. Viajó desde su ciudad natal de Aguascalientes, para poder estudiar, soñaba con saber manejar la economia y algún dia hacer de su reino el mas rico y mas productivo de todos. Era una princesa lista, ambiciosa, muy gentil, bondadosa, amable y divertida, eso es lo que la hacia realmente hermosa.
Como toda historia, nuestra princesa sufrió varios engaños antes de encontrar a su principe. Salio con algunos trolls y ogros que se hacian pasar por principes y luego solo eran como sapos. Uno de ellos incluso hacia a la princesa recorrer varios reinos sola en una mula pública para verlo. Y es que los principes no solo deben recibir, ni solo deben dar, tienen que hacer ambas.
Para que comprendas mas cómo es un principe de verdad, te describiré a nuestro protagonista. Él vivia en un pequeño castillo a las afueras de la ciudad con los reyes y sus hermanas princesas, no era el mas adinerado, a veces iba en caballos públicos al campus universitario. También era guapo, tenia sus admiradoras y salió con varias campesinas. Pudo haber estudiado, como muchos principes creen que lo mejor es aprender a administrar sus reinos o ser abogados defensores o algo parecido. Nuestro principe, era curioso, se interesó por el funcionamiento y la alquimia, le gustaba crear e inventar, asi que se convirtió en ingeniero mágico. Eso era lo mejor del principe, que luchaba por lo que queria, era un caballero también, inteligente, bondadoso, creativo, divertido, admirable.
Y el momento que nos importa de la historia, cuando se conocen. No fue, como normalmente sucede en algún baile. Fue en un salón de música, con una canción mágica. Verás algo que tenia nuestra princesa clásico de los cuentos de antaño, era la melodiosa voz como de cristal, fragil pero brillante con un tono que siempre resuena. Y el principe, por su curiosidad, se facinó con un instrumento, la guitarra, y aprendió su mecanismo, la dominó, y podia crear canciones preciosas. Y entre el sonido de una nota, se vieron, y fue amor a primera vista.
No creas que todos los amores a primera vista son tan sencillos, tiene que haber ayuda de unos seres especiales: la magia, el tiempo y las circunstancias. La magia casi siempre está en todos los enamoramientos es la que conecta y la que debe permanecer. Luego está el tiempo que es un ser muy cuadrado, constante, no se le puede engañar, no se detiene, no se adelanta, no retrocede, solo avanza a su único ritmo, y tienes que estar en sincronia con él. Las circunstancias son las engañosas, son como pequeñas hadas que solo guardan un sentimiento, si las encuentras de buenas te ayudan, si las encuentras de malas te hacen travesuras.
Lo bueno es que nuestra pareja se conoció, poco a poco, salieron, se hicieron amigos, platicaron y todo resultaba perfecto.
En ese entonces llegué yo a la historia, entre a la banda donde ellos tocaban y cantaban, yo era una simple pero bellisima curandera. Como los dos eran tan buenas personas, me llevé muy bien con ellos muy pronto. Reimos, cantamos, hasta bailamos. A los pocos dias de conocerlos, se volvieron novios, una pareja de esas que simplemente desde que se forma, se ve que esta tan perfectamente unida, como si se hubieran conocido siglos antes en alguna otra parte y que solo esperaron pacientemente a reencontrarse.
Durante ese tiempo, yo como era una curandera solitaria, el principe y la princesa decidieron adoptarme como hija postiza, después de todo tenian mucho cariño que dar. Y fueron unos excelentes padres postizos para mi, los admiraba mucho, y sigo queriendo copiar tantos de sus buenos pasos.
Pronto el principe se graduó, y la princesa también, comenzaron a trabajar, incluso tuvieron que soportar tormentas, y una larga distancia que los intentó separar porque al principe lo mandaron pelear a las afueras. El tiempo y las circunstancias intentaron hacer de las suyas para alejarlos. Pero la magia siempre se quedó ahi.
Fue entonces que se casaron en una noche, sobre un lago dentro de una nube. Se mudaron a las afueras, y construyeron su propio reino. Y ahora los que antes fueron principe y princesa, son rey y reina, y tienen a la princesa mas hermosa que crecerá y tendrá tantas o mas virtudes que sus padres, será la mejor princesa, y yo su bella hermanastra o alomejor algún dia su hada madrina, porque en esta historia no hay un fin.

1 comentario:

@rmando dijo...

Eres increible Regina, me encantó el cuento yo también quiero salir en el cuento, un fuerte abrazo! Eres una gran curandera!